jueves, 22 de enero de 2009

No me conformo cuando busco
sombras en la noche
e imagino siluetas inexistentes,
sombras chinescas en la pared.

Dibujos negros y grises
sobre paneles abstractos
dinámicos o inmóviles
borrosos o definidos.

Formo figuras convulsas
hijas de recuerdos y sueños
que vagan como espíritus
desfilando, las sombras.

Primero minúscula
agrandada por el giro del foco,
tu sombra en la pared.

No distingo tu forma
pero reconozco tus movimientos
acompasados y metódicos.

Pululan rituales antiguos
sobre los ladrillos
invocando santos ignotos,
embrujando sin música.

El color de tus ojos
pugna por brillar
pero es trampa
y no puede.

Crepitas al ritmo de la lumbre
y yo miro desde la alfombra
como una película francesa.

Bailas en privado
jugando a lo desconocido
untando de recuerdos
mi tostada de realidad.

De pronto el fuego se apaga
se extingue la luz
llevándose las sombras contigo,
borrándote.

Donde tu estabas
sombra en la pared
hay hollín y oscuridad,
sumida en las cenizas.

Mañana encenderé otro fuego
para recordarte, esperarte
hecha sombra en la pared.

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