viernes, 1 de junio de 2012

He visto cosas...



Es esa calle, doctor.
¿Cuál?
La que aparece en todos mis sueños.
Descríbamela.
¿Otra vez?
Siempre es distinta.

Es mi calle sin nombre,
Mi calle de aceras estrechas y un carril
Con sus farolas rotas y los neones que las suplen.
La humedad y el calor reaccionan con los noodles
La cerveza forma charcos y las cenizas nadan.
Hay dados que golpean las paredes de los casinos
Y sombras que, o amenazan, o seducen
según se mire el callejón.

Siga, por favor.

Hay tráfico de coches negros y motocicletas viejas
Las tiendas sólo se pueden mirar con el rabillo del ojo
Y los bares sólo tienen puerta de entrada.

¿Cómo es la gente?

Monjas que no rezan, cuero y tachuelas
Melenas, cabezas afeitadas, argollas y carmín.
Medias rotas y medias nuevas.
Dos chinos fumando inmóviles y vendiendo fruta.
Un ciego viejo con gabardina.
Demasiada gente para pocos ojos.

¿Y qué suena?

Motores, susurros, lamentos, gritos, radios antiguas,
Alarmas, cañones, metal, seda, musica amortiguada
que huye por las puertas entreabiertas.
Ninguna voz reconocible.

¿Es de día o de noche?

La noche es rojiza e iluminada aunque no hay estrellas
Ni luna arriba. Nunca sé si amanece o acaba de morir la tarde.

¿Y usted?

Yo miro y tomo notas.

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