martes, 3 de abril de 2012

Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto.



Me recetaron alforfones
antes de llegar a ser la hostia en vinagre.

El hombre del plan alzó su cabeza
y sopló y resopló hasta darse con un escalón.
Su bata cubría la muerte del cuerpo
y las cortinas cubrían la muerte de Denver.

Sin saber qué he hecho, o incluso,
qué he dejado de hacer,
piso a fondo el acelerador
para no facilitar la caza.

Si me dan alforfones que sea en el desierto
y no frente a la cafeteria.

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